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7 abr 2013

MI PRIMO HETERO



HOLA!  soy de Venezuela, de una ciudad llamada Maracay, soy bajo de estatura, delgado y con cara de bebé, me gustan los hombres guapos, descubrí que soy gay a los 11 años y me encanta la porno, mientras que mi primo es un poco más alto que yo, delgado pero con unos músculos marcados. Bueno, he aquí mi historia con el... 

Hace ya dos años que tengo sexo con un primo que ha sido mi único hombre hasta el momentos, yo ahora tengo 16 y él 19, cuando lo hicimos la primera vez él tenía 17 y yo 14, desde más chicos hacíamos cositas como tocarnos, masturbarnos y él como es más grande que yo, me lo mamaba y me decía que me lo cogiera pero no podíamos, ambos éramos unos niños sin experiencia, bueno más yo que él. Luego que crecimos esos jueguitos terminaron y él se hizo prácticamente un hombre y yo adolescente, pero yo seguía deseándolo y buscando una oportunidad para volver a nuestros juegos de niños, que ya no serían juego, pero él me ignoraba por completo. Hasta que un día viendo cine erótico los dos, él se empezó a masturbar y yo también, pero yo lo hacía muy eróticamente para que él me mirara y yo no dejaba de mirarlo. Como dormimos siempre en el cuarto de mi abuela teníamos que estar pendientes, pero ella estaba rendida, entonces él se paró de la cama hasta el armario para desde allí masturbarse mejor y yo me fui detrás de él y me puse a su espalda. Mi pene "sin querer" lo rozaba por detrás, él se dio cuenta y se echaba más hacia atrás y yo intuitivamente lo tomé por la cintura y agarré su pene y empecé a meneárselo, era mi gran oportunidad, él quería repetir los jueguitos infantiles, pero yo tomé la iniciativa y empecé a mamárselo, nunca lo había hecho, pero su sabor me encantó, luego me di vuelta y le ofrecí mi culo, él enseguida agarró un poco de crema de mi abuela que estaba en el armario y me la untó en el ano y finalmente me penetró, pero no me dolió de lo excitado que estaba, y me cogió por primera vez. 


Así lo hicimos por muchísimo tiempo hasta que él de nuevo comenzó a ignorarme, vale destacar que él es muy hetero y que sólo me coge por placer y yo lo aprovecho, nunca ha habido besos ni nada por el estilo porque es sólo sexo; bueno, tenía que volverlo a conquistar pero tenía miedo de que me rechazara, ya habían pasado 10 meses desde la última vez que lo hicimos. 


Una noche él llegó y se acostó y se puso a ver un video de un viaje que había hecho y yo me desperté y empecé a moverme para que él se diera cuenta de que estaba consciente, luego de que el video terminó, puso cine erótico y nuevamente empezamos a masturbarnos, luego yo me paré y salí del cuarto a ver si venía detrás de mí pero eso no pasó, después de un rato entré de nuevo y él seguía allí embelesado por las chicas de la película. Después quien salió fue él y yo salí más atrás, él se metió en el baño y yo empecé a hacer toda clase de ruidos para que supiera que estaba afuera, él salió y para disimular entré al baño. 


Al ratito salgo y no veo nada, pensé que él había vuelto al cuarto a seguir viendo sus películas, pero un instinto me hizo entrar en otro cuarto que estaba sólo y al encender la luz, allí estaba, con la bermuda hasta las rodillas meneándose el pene, yo intuitivamente se lo agarré y él se dejó sin ningún pretexto, me arrodillé frente a él y empecé a mamárselo, se lo lamía y succionaba como un cachorro con hambre, él suspiraba de placer y yo seguía chupando aquella verga que me traía loco, le lamía la cabecita, el glande, y lo succionaba hasta la garganta, luego me lo saqué y empecé a lamerle los testículos y se los succioné primero uno por uno y luego los dos simultáneamente, después volví a su pene y él me tomó y empezó a cogerme por la boca, meneándome la cabeza como un vaivén. 


Después me llevó hasta una cama que allí había y se acostó y yo seguí con mi tarea de mamar mientras él empezó a moverse y me la metía hasta el fondo, yo mamaba, lamía y besaba su verga y lamía los testículos, entonces él empezó a tocar con sus dedos mi culo, yo solté su pene y empecé a pajeárselo mientras él acariciaba con sus dedos mi ano, yo empecé a menear mi culo como una puta y él se puso más agresivo y empezó a darle palmadas a mis nalgas y las abría y cerraba con rudeza, eso a mí me encantó y así estuvimos un tiempo, yo meneando y mamando su verga y él tocando mi culo y manoseando mis nalgas, hasta que me dijo: 


- Échate un poquito de aceite en el culo


Yo inmediatamente salí a la cocina y me unté aceite comestible en el ano y regresé y continué mamándoselo un rato más y él pasaba con suavidad sus dedos por mi ano lubricado, se sentía riquísimo y me metía los dedos, hasta que me tendió en la cama boca abajo y se recostó sobre mí, me abrió las nalgas y me puso la cabecita de su pene en la entrada de mi ano, yo levanté mi culo y él empezó a empujármelo con suavidad, me metía poco a poco su verga, ambos suspirábamos de placer, hasta que me la metió por completo, se quedó quieto un momento mientras mi culo se amoldaba a su pene y empezó el mete y saca, sentía cómo su pene caliente entraba y salía de mi cuerpo y sentía sus testículos y su pelvis velluda chocar con mis nalgas, y el sonido de las embestidas que me daba, luego empecé a moverme como una perra y él entre suspiros me decía: 


- Eso, muévete, asíiiiii, aaah, qué ricoooo!!!!!!!!! 


Y yo lo hacía con más fuerza y le decía: 


- Aaaah, qué ricooo, cógeme, asíiii! 


Luego cambiamos de posición y ambos nos pusimos de ladito, eso me dio más libertad para moverme mejor, luego estando yo de lado él se apoyó sobre mí y yo empecé a tocar y manosear su pecho, su abdomen, sus nalgas, y sus piernas velludas, mientras él seguía cogiéndome como a una puta, me encantaba esa posición, así yo podía ver y sentir su placer, podía tocar y sentir todo su cuerpo y al mismo tiempo sentía las penetraciones que me hacía, sentía su verga dura atravesar mis nalgas e irrumpir por mi ano y llegar al fondo de mis entrañas. 


Luego el ritmo se aceleró y los suspiros se convirtieron en gemidos y sentí cómo mi culo era disparado por chorros y chorros de leche caliente, se sentía riquísimo y yo gemía de placer también, mientras él me daba las últimas metidas con su pene aún erecto, hasta que depositó la última gota de su semen en mi culo, se levantó y se fue al baño a ducharse. 


Allí quedé yo, tendido en la cama caliente, sudoroso y con el culo bañado en leche, esa fue mi reconquista luego de 10 meses sin nada y así lo hacemos cada vez que podemos, pero aún así es mi primo, es hetero y sólo me lo hace por sexo, por eso aún estoy buscando al hombre que me haga el amor. 

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